Lecturas al atardecer

Lecturas al atardecer. Autor, Víctor Sáez.

Recomendaciones; Léase lentamente, disfrutando línea a línea de sus noventa y cuatro relatos y microrrelatos, acompañados por ilustraciones del propio autor y de sus amigos. Altamente recomendable para los amantes de los microrrelatos y para todos los lectores en general.
Efectos secundarios; Puede producir alteraciones, pero todas positivas, cómo risas, reflexiones, etc.… Es adictivo, es posible que no pueda dejar de leerlo hasta llegar a su última página. 

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Estas palabras pienso que definen muy bien el libro.

El mundo narrativo de Víctor Sáez no lo va a defraudar, encontrará en él distracción, risa, estímulos y matizaciones para su pensamiento, ramalazos o ráfagas de desolación, ternura por las cosas.
Luis López Molina. Universidad de Ginebra. Suiza.

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Muchas gracias, Víctor, por todo. Ver mi nombre en los agradecimientos de tu libro ha sido un regalo, una sorpresa del todo inesperada, y tengo que decir que si alguien tiene que estar agradecido soy yo. Es para mí un honor leer tus textos y aprender de ti. Y es un lujazo que tú hayas leído mis textos, me hayas aconsejado y ayudado a mejorarlos. Me encantó “La lápida de Dora” y me ha encantado “Lecturas al atardecer”. Un abrazo.

Verónica Grau. 

La ausencia del poeta

Sangran las letras de una poesía,

 quedó huérfana.

Se amontonan los sentimientos en el escritorio del alma.

Nada inspira ya al poeta,

permanece enterrado por el hombre y sus problemas.

El tiempo pasa mientras sus sueños esperan en el cajón del olvido.

 

Obra; René Magritte.

Hasta que la muerte nos separe. Cuyabeno. Piel de Lobo

Esta vez no voy a escribir ninguna poesía, ni cuento, quiero recomendaros tres novelas del autor, Manuel Pérez Recio.

De Manuel, he leído hasta el momento en páginas literarias en la red, varios cuentos cortos y varios micros, y sus tres novelas publicadas en papel. Me declaro su seguidora incondicional. Le deseo muchos éxitos y el merecido reconocimiento de sus novelas.

Hasta que la muerte nos separe. Mi impresión general sobre el libro se podía resumir en que lo volvería a comprar sin dudarlo. Me ha sabido a poco, me ha gustado mucho, engancha. Es un libro muy bien escrito, de fácil lectura, entretenido e inquietante. Curiosamente y aunque por el título, y con el personaje principal de muchos textos, la dama de negro, se pudiera pensar que el libro va a dejarte triste o va a ser una lectura dura, todo lo contrario, al menos en mi caso me ha gustado mucho y en algún relato como en, Lady Dark, me ha hecho sonreír. Pienso que el autor lo define muy bien cuando dice " Esta antología de 24 relatos es un guiño desenfadado a la enigmática dama de negro". Os lo recomiendo.

Cuyabeno. He viajado a la región ecuatoriana de Sucumbios. He navegado por el río Cuyabeno, he vivido increíbles aventuras, situaciones al límite. He pasado de disfrutar de la salvaje belleza de la selva a desear despertar y que todo hubiera sido una terrible pesadilla. Eso sí, he disfrutado mucho del fantástico viaje con Diego, Mateo, Elena y el resto de personajes. Lo describiré con unas líneas del propio autor "El relato de un intenso, despiadado e inolvidable viaje para los sentidos". Os lo recomiendo. Personalmente me ha fascinado, y he aprendido muchas cosas, lugares, costumbres y curiosidades de dicha región, totalmente desconocidas para mí. 

Piel de Lobo. Una vez más, una magnífica novela. Un libro que lo tiene todo, una fantástica trama llena de aventuras, una historia de amor, toques de humor, sacrificio, amistad, y como fondo, anécdotas y sucesos reales acontecidos durante la Guerra Civil Española. Un singular viaje en el tiempo, como dice su autor. 
Engancha desde la primera página, con la frase del periodista y escritor, Carlos Fuentes “No existe la libertad, sino la búsqueda de la libertad, y esa búsqueda es la que nos hace libre”. La segunda página me emocionó, con la dedicatoria del autor a sus abuelos. Y bueno…El final es impresionante, pero sobre eso si queréis saber más tendréis que leerlo.
He leído muchos libros de autores conocidos, libros superventas, que me han aburrido hasta el punto de dejar su lectura, en cambio hasta el momento los libros que he leído de este autor se puede decir que los he devorado. Y bueno, esperando estoy a su próxima novela. 

Os dejo el enlace: http://www.amazon.es/s/ref=nb_sb_noss_1?__mk_es_ES=%C3%85M%C3%85%C5%BD%C3%95%C3%91&url=search-alias%3Daps&field-keywords=manuel+perez+recio&sprefix=manue%2Caps

La búsqueda

 La sirena de Sitges. Escultura de bronce, realizada por, Pere Jou, en el año 1864.

La búsqueda

Érase una vez una sirena de cola escamada, en sus sueños varada. Errante se deslizaba entre las nubes. Describía círculos alrededor de la luna y su cabellera se cubría de estrellas. Este cuento acababa cada amanecer cuando despertaba perdida entre la fantasía y la realidad, entonces descubría que era una simple mortal reclamando eternidad.

Verónica Grau. 

Amor fraterno

Autor: Pablo S.Herrero. Nido. Nº 13 de la calle Wences Moreno para la Galería Urbana Salamanca, proyecto creado y coordinado por Lemarte y Asociación Vecinos ZOES. Enero de 2014.

Amor fraterno

Daniel tenía seis años. Desde hacía unos meses estaba muy triste, quería vivir rodeado de árboles de altas ramas que lo acercaran a las nubes. Complicado al vivir en una gran ciudad. Cada tarde se sentaba en el balcón, miraba al cielo y se sentía un poco más de cerca de sus papás. Ellos solían decirle que si deseabas las cosas con mucha fuerza se cumplían, y esa noche así lo hizo. Por la mañana vio su sueño cumplido. La fachada estaba cubierta de árboles. Quería gritar de alegría pero su hermano mayor dormía, había trabajado toda la noche. 

Verónica Grau.

La vida es un paseo

Obra: Franz Marc.

La vida es un paseo 

Érase una vez un cuento inacabado de un jinete y su caballo. Una mañana de verano el jinete se atrevió a dar su primer paseo. Montó en su caballo y empezó yendo al paso, al poco tiempo cabalgaba al trote y antes de que se diera cuenta ya iba al galope. Un día se cruzó con un anciano y éste le dijo — Jinete, para el caballo, haz que vuelva al paso y disfruta del paisaje antes de que termine tu cuento. 

Verónica Grau.

Desgarro

Ilustración: Gonzalo Torné.

Desgarro

El color rojizo de la luna en otoño iluminaba su rostro, aquel que contemplé borracho de amor esa noche  por última vez. De sus labios escuchaba lo que nunca imaginé, y sus ojos delataban aquello que desde hacía tiempo me negaba a ver. Fue el final. Solo quedaron mis lamentos y las marcas de su amor. Allí quedé, solo y yerto en el páramo, viéndola marchar con él.

Verónica Grau.

La obra maestra

Autor: Johannes Vermeer de Delft.

La obra maestra

Sobre el caballete un lienzo,

ventana donde asoma el alma del artista.

El pintor, un poeta con pincel.

La pintura, su amor, su amante. 

Obra maestra llena de secretos y ensoñaciones.

Tesoros guardados,

siempre buscados e imposibles de hallar.

Inmortales recuerdos, por siempre hermosos,

surgen desde  la paleta del pintor.

Palpitan los colores.

Con su trazo las líneas fluyen y definen las formas.

Eterna búsqueda de la belleza. 

Éxtasis de vida sobre el lienzo.

Pinceladas de poesía y pasión.

En recuerdo del genial Frenhofer, de Balzac.

Verónica Grau.

Marcada

Ilustración; Verónica Grau. Montaje y color; Gonzalo Torné.

Marcada

Solo un espejo, es lo único que pedía al despertar. Inquieta, anhelando reconocerse a sí misma. A sus espaldas años de sufrimiento y múltiples reconstrucciones  del que un día fue un bello rostro. Su delito, ser mujer. Su condena, el ácido.

Verónica Grau. 

La aventurera

Obra; La luna me contó un secreto. Autor; Gabriele Nuzzarello.

La aventurera

He viajado por medio mundo y vivido en diferentes épocas. Fui una princesa en busca de su príncipe azul. Fui sirena y nadé con los delfines. Resolví casos complicados mientras era detective. No todo ha sido un camino de rosas, escapé de zombis y asesinos. He luchado contra dragones y hasta en una ocasión conocí a un extraterrestre. Ahora soy una anciana, pero mi vida continúa siendo una constante aventura cada vez que abro un libro.

Firmado; La bibliotecaria.

Verónica Grau. 

Hablando con el fuergo

Ilustración; Gonzalo Torné.

Hablando con el fuego

Debí haberlo avivado hace tiempo. Lo dejé caer, y mi corazón ardió con él. Abrazado a los recuerdos, repasé lo que fui y no pude ser, dudo quien seré. Luces y sombras dibujan en las paredes evanescentes figuras. Mientras lloro tu ausencia, sueño tus formas al calor de la lumbre.

Verónica Grau.