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Atardecer en la desembocadura del Guadalquivir.
Obra de Gonzalo Torné. 1970.
Terciopelo de oro en el aire
y un mar de promesas.
Surcos de
amor en la arena.
Se va la playa en silencio cuando se hace la noche.
El batir de la ola
permanece.
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Mis más sentidos agradecimientos a Gonzalo Torné por permitirme que su magnífica obra acompañe mi poema. Y a Manuel Lopéz Rey por sus consejos y correcciones en mis textos.
P.D. Tenéis los dos una infinita paciencia ¡Gracias!
Sí, me gusta tu `percepción´ de un atardecer junto al mar, expresada con tu sensibilidad en un bello poema...
ResponderEliminarUn abrazo Verónica guapa :)
Hola, Laura. Muchas gracias por tus palabras. Tú si que transmites sensibilidad, no hay kilómetros que la detengan, se siente en tus comentarios, traspasa el monitor del ordenador y me toca ^_^
EliminarUn fuerte abrazo.
Lo increíble de este poema es que Vero lo escribió antes de detenerse en esta obra de Gonzalo Torné. Me entregó el texto y lo trabajamos juntos. Luego, lo publicó junto a la pintura de G.T., y ahora resulta que se ha convertido en el poema descriptivo de esta imagen. Estas son las cosas maravillosas que ocurren con la expresión artística; cuando se fusionan dos expresiones en diferentes lenguajes, resulta algo nuevo que de alguna manera transforma a las dos obras primigenias, pero a su vez eso nuevo mantiene la química intacta de ambas expresiones. Así leído puede parecer paradójico. Pero no lo es.
ResponderEliminarBesos.
Sí, así es Manuel. Yo solo sé que os estoy muy agradecida a los dos por vuestra ayuda. Tú le das forma y música a mis textos y Gonzalo le da vida, color y belleza con el arte de sus creaciones.
EliminarUn fuerte abrazo.