Solían
danzar toda la noche. Su lasciva sonrisa le arrebataba la cordura. Dos
corazones palpitantes que deseaban ser conquistados. Pero hoy la realidad arde
en sus venas. Ocultas están las sombras que en un pasado se buscaban, sellados
están los labios que un día despertaron los más bellos sueños. Bajo un cielo
borracho de estrellas él espera con esperanza que confianza vuelva, y se pierde
en el silencio de su no respuesta.
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Texto; Verónica Grau. Fotografía; Sacada de la red, de autor desconocido. |