Solían
danzar toda la noche. Su lasciva sonrisa le arrebataba la cordura. Dos
corazones palpitantes que deseaban ser conquistados. Pero hoy la realidad arde
en sus venas. Ocultas están las sombras que en un pasado se buscaban, sellados
están los labios que un día despertaron los más bellos sueños. Bajo un cielo
borracho de estrellas él espera con esperanza que confianza vuelva, y se pierde
en el silencio de su no respuesta.
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Texto; Verónica Grau. Fotografía; Sacada de la red, de autor desconocido. |
Somos esclavos de la segunda ley de la termodinámica, la que dice que todo se degenera, se destruye... La pasión, los ideales, la fuerza. Tarde o temprano se desvanecerán. Solo queda el buen sabor de haberlas vivido.
ResponderEliminarHola David. Muchas gracias por pasarte por el blog y por los comentarios :-) Un abrazo.
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