La vida
es un camino que recorremos, no se sabe bien por qué y para qué, ni si será largo o corto, pero si
sabemos que ese recorrido es diferente
para cada uno de nosotros. Para algunas personas es un camino recto, para otros
está lleno de curvas, y algunos se encuentran con un giro inesperado que
les obliga hacer un punto y aparte en el camino. A partir de ahí comienzan una
lucha para sobreponerse a ese giro brutal.
A lo
largo de la vida de todos nosotros van
apareciendo personas, unas pasan fugazmente, otras te acompañan en las
diferentes etapas de la vida. Las hay que dejan huella y te dan una lección de
vida, para mí, Miguel Ángel Cuesta es una de esas personas. Me alegra que nuestros caminos se hayan cruzado. Gracias.
Comparto
de nuevo algunas de mis poesías, esta vez con las bonitas fotografías de Miguel
Ángel.
En el camino
Miro sin ver el horizonte
presente incierto y dichoso
futuro desconocido e ilusionante.
Eterno y bello misterio
perpetua e inquietante duda.
Delirios de un espíritu libre.
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Tesoros infinitos
Luz de oro y platino,
cristales de cuarzo, arena dorada.
Besos de sol en el horizonte,
cuando la luna se esconde.
El mar modela piedras y sentidos,
arte del tiempo, huellas de vida.
Rumor de olas que regalan calma,
momentos de paz que colman el alma.
Luz de oro y platino,
cristales de cuarzo, arena dorada.
Besos de sol en el horizonte,
cuando la luna se esconde.
El mar modela piedras y sentidos,
arte del tiempo, huellas de vida.
Rumor de olas que regalan calma,
momentos de paz que colman el alma.
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Una ventana a los sueños
Llévame a través de tus versos a tu mundo.
Un mundo de ensueño, donde las palabras son el alimento del alma.
Donde el tiempo ralentiza su ritmo, los minutos se convierten en horas.
Donde el embrujo de la noche te abraza y la soledad se puebla de estrellas.
Con cada verso un suspiro, con cada estrella una sonrisa.
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Cálido paisaje
Amanece, la luz se desliza caprichosa por campos desnudos. La mirada se pierde entre bellas lomas, exquisitamente moldeadas por la naturaleza.
Recorro sin prisa los espacios, juego en ellos, en sus altos, valles y laderas, en un dulce caminar.
Cantos y suspiros de la mañana me guían por el suave sendero hasta el interior de un volcán de vida.
Tierra de fuego teñida de rojo rubí. Contemplo su fuerza, siento como se estremece y tiembla. Azules son sus movimientos que juegan con los verdes de mi lienzo y dan forma a los sueños.
¡Por Dios! Me has hecho saltar las lágrimas y eso que no es fácil. Cuando me diste a leer el texto no podía imaginar ésto. ¿Entiendes ahora por qué llamo ángeles a esas personas maravillosas que me voy encontrando cada día? Sin duda mereces ese nombre. Hoy me levanté contento. Ahora estoy feliz. Un beso enorme.
ResponderEliminarGracias a ti, Miguel Ángel. Feliz estoy yo de que te haya gustado y emocionado. Un abrazo enorme ^_^
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