viernes, 18 de octubre de 2013

La novia

Foto realizada por Gonzalo Torné, en 1992, desde un coche en marcha, con una cámara Canon EF1 de 1974. En Görlitz, en la frontera de Alemania del Este y Polonia.


Atrapada en un amor como una marioneta por su cuerda. Esperando su regreso como una flor sedienta espera el agua. Desesperada, como la víctima que lucha en una tela de araña. Acurrucada en el frío regazo de la soledad, ella, espera día y noche a su amor sin saber que nunca llegará.                                                                                                                    
Él, yace moribundo en una trinchera encharcada en sangre, con vistas a un campo de cadáveres. El fango esconde el color rojo que ha teñido su casaca. En su pecho la herida por donde la vida se escapa. En sus ojos puede verse el bello rostro de su amada que se transforma en el de la muerte cuando ésta lo lleva con él.

La novia, ajena a su destino continúa la espera. El vestido blanco junto a su vana esperanza es lo único que le queda. Tras la puerta, las ruinas de una vida marcada por la guerra y el olor a pobreza que inunda cada rincón de la casa.



Verónica Grau.


domingo, 6 de octubre de 2013

El color de las palabras

Obra; Gonzalo Torné.

Un dorado día de diciembre,
despertaron los sentidos.

Alegres mañanas color malva,
tardes de espirales verdes,
noches de un cálido azul.

Mundo de formas y colores
surgen entre palabras.

Esmeralda y esperanza,
llaman a la puerta de violeta y lilas trenzados.

Cruzan ideas como rayos,
brillan en tonos plateados, pasan, fluyen…
Traje de artista, corazón de colores.


         Verónica Grau.                                                                                             

miércoles, 2 de octubre de 2013

Supervivientes

La vida es un camino que recorremos, no se sabe bien por qué y  para qué, ni si será largo o corto, pero si sabemos que ese recorrido es  diferente para cada uno de nosotros. Para algunas personas es un camino recto,  para otros  está lleno de curvas, y algunos se encuentran con un giro inesperado que les obliga hacer un punto y aparte en el camino. A partir de ahí comienzan una lucha para sobreponerse a ese giro brutal.


A lo largo de la  vida de todos nosotros van apareciendo personas, unas pasan fugazmente, otras te acompañan en las diferentes etapas de la vida. Las hay que dejan huella y te dan una lección de vida, para mí, Miguel Ángel Cuesta es una de esas personas. Me alegra  que nuestros caminos se hayan cruzado. Gracias.


Comparto de nuevo algunas de mis poesías, esta vez con las bonitas fotografías de Miguel Ángel.


En el camino 

Miro sin ver el horizonte
presente incierto y dichoso
futuro desconocido e ilusionante.
Eterno y bello misterio
perpetua e inquietante duda.
Delirios de un espíritu libre.


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Tesoros infinitos 

Luz de oro y platino,
cristales de cuarzo, arena dorada.
Besos de sol en el horizonte,
cuando la luna se esconde.
El mar modela piedras y sentidos,
arte del tiempo, huellas de vida.
Rumor de olas que regalan calma,
momentos de paz que colman el alma.

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Una ventana a los sueños

Llévame a través de tus versos a tu mundo. 
Un mundo de ensueño, donde las palabras son el alimento del alma. 
Donde el tiempo ralentiza su ritmo, los minutos se convierten en horas.
Donde el embrujo de la noche te abraza y la soledad se puebla de estrellas.
Con cada verso un suspiro, con cada estrella una sonrisa. 



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Cálido paisaje

Amanece, la luz se desliza caprichosa por campos desnudos. La mirada se pierde entre bellas lomas, exquisitamente moldeadas por la naturaleza.
Recorro sin prisa los espacios, juego en ellos, en sus altos, valles y laderas, en un dulce caminar. 
Cantos y suspiros de la mañana me guían por el suave sendero hasta el interior de un volcán de vida.
Tierra de fuego teñida de rojo rubí. Contemplo su fuerza, siento como se estremece y tiembla. Azules son sus movimientos que juegan con los verdes de mi lienzo y dan forma a los sueños.