Una versión impresionante de mi texto ahora poesía. Realizado por Manuel López Rey.
Serpenteas hacia mí.
Inyectas el veneno que paraliza, y esperas.
Esperas escondida y acechando sin tregua
desde debajo de la máscara.
En mi interior, silencio
y un ayer que espera despertar.
Te acercas de nuevo, sigilosa,
me rodeas y me asfixias
poco a poco.
Cierro los ojos, impotente,
y noto que me invades
y el antídoto a tu veneno escondido en mi interior.
No eres más que un espectro.
Adentro me pierdo entre recuerdos,
culpas y reproches,
aislada. Y no quiero.
El antídoto comienza a hacer efecto.
Liberas mi cuerpo y te alejas
reptando en busca de otro
a quien sumir en una profunda tristeza.
Ahora soy yo quien se arrastra lenta, hacia afuera.
Desacostumbrada,
la luz ciega y el aire
tan espeso oprime mi pecho y me asfixia también.
Lenta continúo,
ante esta multitud ajena a mi pánico.
A medida que avanzo, crezco,
y es mi propia sangre que impregna otra vez mi cuerpo.
Ese maravilloso olor a vida.
Me yergo y sé
que ahora no es tarde.
No hay comentarios:
Publicar un comentario