La Navidad está muy cerca. Ya se respira en el ambiente el enorme consumismo de estas fechas. Papa Noel, los Reyes Magos, la ropa interior roja, cenas de empresa, regalos, más regalos, comida, mucha comida, a veces pienso que la gente solo come en estas fiestas.
Las reuniones familiares, con personas que no has hablado en todo el año y que ahora tienes que querer y abrazar. También esta lo de… ¿Con tus padres o con los míos? Hay que sentarse hacer un plano de dónde vas a pasar cada fiesta.
Las reuniones familiares, con personas que no has hablado en todo el año y que ahora tienes que querer y abrazar. También esta lo de… ¿Con tus padres o con los míos? Hay que sentarse hacer un plano de dónde vas a pasar cada fiesta.
NAVIDADES PASADAS
Como muchas cosas pienso que la Navidad se vive diferente en cada etapa de la vida. Cuando era pequeña ¡Aquello era Navidad! no hacía falta cuantiosos regalos, ni grandes comilonas, estábamos juntos mis abuelos, mis padres, mis cuatro hermanos y yo. Eso era lo importante.
Mis padres con mucho esfuerzo lograban comprarnos algún juguete para Reyes, porque Papa Noel no se había instalado todavía en España. Aquel juguete lo disfrutábamos, ilusionados, recuerdo la alegría y las caras de satisfacción de mis padres al vernos tan contentos.
Mi padre, al que me encanta escuchar cuando me cuenta sus historias, siempre me habla de su regalo de Reyes que recibió una vez, y digo una vez, porque no tuvo más. Fue allá por el año 1940. Era un caballo de cartón, para el precioso, su ilusión acabo pronto cuando fue a darle de beber a su caballo y se le deshizo.
El de mi madre fue un muñeco de la época que llamaban “Un Pepito” ella tuvo más suerte, su bebe no tuvo sed, ya que también era de cartón. Los demás juguetes corrían a cargo de su imaginación y de lo que tenían a mano, cajas, piedras, palos, cuerdas, cualquier objeto era un juguete perfecto. Mi abuela, enrollaba un trapo le ponía una bola de cartón como cabeza y mi madre ya tenía un bebe con el que jugar.
NAVIDADES PRESENTES
Ahora los niños no saben lo que eso significa, saturados de regalos, abren uno y otro y otro paquete, sin saber ni lo que es. Lloran y patalean si no es lo pidieron. Siempre es lógicamente aquello con lo que la televisión los bombardea, un come coco que abduce en estas fechas a los pequeños consumidores. La mañana de Reyes los contenedores de basura son la muestra del exceso.
Ahora mismo me encuentro en la fase en la que mis hijas ya descubrieron hace tres años porque siempre por estas fechas tenían que quedarse algún sábado en casa de los abuelos y los armarios curiosamente se llenaban de bultos perfectamente tapados.
Porque extraña razón su padre cuando estábamos viendo la cabalgata siempre se había olvidado de algo y tenía que volver a casa. O lo perdíamos de vista entre la multitud. Esa inocencia es la esencia de estas fiestas, que estropeamos con el consumismo incontrolado.
Porque extraña razón su padre cuando estábamos viendo la cabalgata siempre se había olvidado de algo y tenía que volver a casa. O lo perdíamos de vista entre la multitud. Esa inocencia es la esencia de estas fiestas, que estropeamos con el consumismo incontrolado.
La Navidad es bonita, mágica para los niños, pero las personas como muchas otras cosas la están destruyendo, haciéndola odiosa, quitándole la magia que la envuelve. Hay que ser bueno en Navidad, no, hay que serlo todo el año.
Solo se acuerdan en estas fechas de visitar a los padres, hacer donaciones, ayudar a los más necesitados. La tele se llena de programas solidarios, en los que te animan a donar y donar dinero para los necesitados (eso es lo que dicen) sinceramente no creo que les llegue ni la mitad.
¡No lo entiendo! Los padres están ahí todo el año, nos necesitan ver, oír siempre, no solo en Navidad. Los necesitados comen cada día, como nosotros, o así debería ser. Los sin techo que sacan en la televisión, duermen cada noche bajo las estrellas.
Seguiré viviendo la Navidad a mi manera. Los familiares van faltando, eso hace que la Navidad traiga recuerdos de las personas que quieres, que ya no están a tu lado. Todos mis abuelos ya no están aquí para acompañarme con sus palmas y sus risas mientras yo tocaba aquella vieja pandereta dando vueltas alrededor de la mesa. Por otra parte mis padres siguen conmigo, lo que es motivo de una infinita alegría, y como me gusta ser positiva me quedo con eso.
NAVIDADES FUTURAS
A no ser que esta noche me visite el Espíritu de las Navidades futuras, no sé cómo serán las próximas, pero hasta que lleguen pienso seguir disfrutando cada día como si fuera el último.
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Os deseo a todos Felices Fiestas. Feliz año 2012, mis mejores deseos de salud y suerte en todos los aspectos, pero no solo para este año que está por llegar sino para toda la vida. No olvidéis disfrutar de las pequeñas cosas diarias. Un amigo al que aprecio mucho me dijo que buscara cada día un regalo que la vida me daba… Y os puedo asegurar que es verdad, los hay, pero hay que buscarlos, dejando a un lado lo negativo.
Fotografía de Miguel Ángel Rodriguez. |
Siempre me gustó la navidad. Tal vez más por lo que de fiesta tiene que por el sentido real o religioso que debería conllevar su celebración. Solo ocurre que poco a poco, como bien dices, se está desvirtuando su sentido con excesos sin sentido que la despojan de su encanto. La magia que tenía ver a los tiernos infantes con los ojos como platos esperando el momento de ver su ansiado regalo se ha perdido en aras de llenarles la casa de juguetes inservibles a mansalva, incitándoles a que no sepan discernir ni valorar el sentido de las cosas. Disfruta de estos días, como puedas y como quieras y ante todo no te olvides de ser feliz. Aunque tengo la convicción de que a veces cuesta. Abrazos y saludos
ResponderEliminarHola, buenas noches Mauro. Gracias por tu visita. Te deseo que pases una felices fiestas en compañía de los tuyos.
ResponderEliminarUn fuerte abrazo.
La Navidad es sobre todo un estado del alma. Disfrútala. Felices Fiestas.
ResponderEliminar¡Felices Fiestas Juan! Mis mejores deseos para ti y los tuyos.
ResponderEliminarUn abrazo.